El valor del juego en la tarea de autoconstrucción
Eder Cuevas Iturralde
Director de Montessori México y Consultor de Montessori Sports.
“El desarrollo mental debe ser conectado con el movimiento porque es dependiente de él.”
Maria Montessori
La actividad física posee efectos de beneficio sobre la función cerebral, tales como promover la neuroplasticidad y aumentar el rendimiento del aprendizaje y la memoria. La estimulación de las neuronas hace que el cerebro mejore, ya que es permeable, modificable, dinámico, y con gran capacidad de plasticidad cerebral. Este proceso es apoyado principalmente por el tipo de estimulación ambiental en el que el niño se desenvuelve, lo que lleva a la importancia del ambiente preparado para el proceso de autoconstrucción.

Varios autores han referido la importancia de la actividad física y su desarrollo a través del juego y la expresión, por ejemplo: Platón expresó que conoces más a una persona en una hora de juego que en mil horas de conversación y la propia Maria Montessori expresaba sobre el movimiento, que es el factor que liga el espíritu con el mundo.
Hemos sido testigos de la disminución paulatina de movimiento en el desarrollo infantil y las notables consecuencias que impactan en el desarrollo intelectual, emocional y social. Cada vez más los niños necesitan entrar a procesos terapéuticos producto de no aprovechar los periodos sensibles naturales de vida.
Sabemos de la gran importancia que desde Montessori existe para el movimiento, la vida práctica y el propio diseño de los ambientes preparados son manifestaciones claras sobre ello, sin embargo, se requiere permear en las familias la sensibilización sobre la actividad física y su trascendencia para la calidad de vida desde la infancia.
“Un niño que no sabe jugar, es un adulto que no sabe pensar.”
Jean Château
El juego es un elemento indispensable para el desarrollo armonioso de la humanidad. Invita a la relación positiva con el entorno y los demás, descifra el mundo y comprende su realidad, descubre sus habilidades, es un laboratorio de decisiones, estimula su creatividad, desarrolla su personalidad manifestando su carácter, mejora sus competencias cognitivas y sociales, etc.
Existe una gran diferencia entre la visión del juego para un niño y el adulto:
NIÑO | ADULTO |
Necesidad bio-psico-social | Necesidad bio-psico-social |
Actividad fundamental y agotadora | Descanso, distracción, cubrir ocio |
Actividad con fin en sí mismo | Actividad con fin exterior |
Es lo primero y lo último | Actividad secundaria y esporádica |
Manera de entender el entorno | Manera de salir del entorno |
*El juego es para el niño, lo que el trabajo es para el adulto.
El juego estimula el desarrollo intelectual del niño, permitiéndole hacer juicios sobre su conocimiento al solucionar problemas, de esta manera aprende a estar atento a una actividad durante un tiempo.
Desarrolla su creatividad, imaginación e inteligencia ante la curiosidad por descubrirse a sí mismo y a su entorno. El sentimiento de realización y las lecciones que aprende, lo motivan a ejercitar después sus ideas en situaciones de la vida real.
Recientes estudios han demostrado el obstáculo que pudiera obtenerse, en el desarrollo de las funciones ejecutivas, teniendo demasiadas actividades estructuradas (Wexler, E. 2021). Cuando los niños gastan mayor tiempo en actividades estructuradas, los resultados son menor enfoque en metas, toma de decisiones y regulación del comportamiento según estudios. En contraparte, los niños aprenden más cuando toman responsabilidades de decidir por sí mismos lo que harán con su tiempo. Psicólogos de la Universidad de Colorado y la Universidad de Denver estudiaron más de 70 horarios de niños con 6 años de edad y encontraron que los niños que emplean más su tiempo en actividades menos estructuradas tienen mayor desarrollo de sus funciones ejecutivas. Ejemplo de estas actividades son las que involucran que por sí mismo hagan: planeación, toma de decisiones, manejo de información, cambiar tareas e inhibición de pensamientos y sentimientos no deseados.
“El niño debe tener tiempo para jugar libremente, incluso aburrirse, porque eso hace que el cerebro haga conexiones sobre tomar decisiones en lo que realmente le gusta hacer.”
David Bueno Torrens
El tiempo libre se extingue mediante las actividades extraescolares. Con ello el periodo de la niñez, se torna en una etapa de preparación para enfrentar las exigencias de la vida adulta.
El aburrimiento, es una etapa muy importante que debemos aprovechar, este antecede a la creatividad, entonces generemos oportunidades a los niños de conectar con el ambiente evitando virtualizar su vida. A medida que generemos oportunidades de que los niños y adolescentes entren en esta etapa de aburrimiento, ellos conectan las necesidades con las posibilidades y emerge la creatividad.

Para los niños de taller, a estos procesos de movimiento referentes al juego, se une además el periodo sensible de la moralidad, por lo cual el establecimiento de reglas y objetivos de juego generan una estructura a seguir. Es una etapa ideal para el juego reglamentado.
La imaginación otorga la facultad de crear juegos, modificarlos por medio de cambiar reglas o estructura de este, recrear lo inicial para luego evolucionar.
“Todos los movimientos del ser humano están conectados con la voluntad, en sobre a que dirigimos el movimiento. Esta voluntad está conectada con la inteligencia.” Maria Montessori en Creative development in the child.
El juego deportivo es parte de la socialización, adquirir roles y seguir reglas. Es importante hacer una introducción a este mundo, desde la parte predeportiva y sobre todo recreativa. Fomentar a los niños a realizar deporte por diversión, aún y cuando no puede modificarse la competencia del deporte pues perdería parte de su esencia, se impulsa a la práctica deportiva a partir del disfrute, desarrollo de habilidades físicas, sociales, emocionales, etc.
Otra buena opción para estas edades son los juegos tradicionales, que además de la actividad física, provee contexto cultural propio del niño, conectar con historia, geografía, matemáticas, geometría, lenguaje, etc.

Para los adolescentes, el movimiento es una expresión vital para su desarrollo. Al ser esta etapa un periodo creativo, y por ende de muchos cambios, la actividad física se convierte en un factor de regulación. Como recursos valiosos para el desarrollo emocional, debe contar con oportunidades de expresar lo que pasa en su interior a través de la danza, deporte, pintura, escultura, teatro, etc.

Aquí el deporte va evolucionando hacia un elemento de calidad de vida y pudiera llevar al adolescente a querer establecerlo como práctica más allá de lo recreativo, seleccionando la disciplina favorita que mediante rutina permita especializarse.
Una manera estratégica de convivir con los adolescentes en esta etapa de mayor independencia, es a través del juego. Las posibilidades que brinda por ejemplo el juego de mesa, de convivir, charlar, conocerse e integrarse, es digno de aprovecharse.
No existe mayor ejemplo que el modelar comportamientos y hábitos. Es por ello que, si queremos que niños y adolescentes realicen actividad física, se requiere del modelo del adulto.
En vez de forzar constantemente a la dinámica de vida del adulto, vivamos de vez en cuando experiencias de la vida de los niños y adolescentes.